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 La mente es un instrumento que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea, a la realidad que nos rodea.

Las funciones de la mente, entre otras son. observar, reflexionar, discriminar, deducir, relacionar, decidir, etc. a través de los hechos, experiencias e ideas que nos vamos haciendo de la realidad.

Todos los hechos y experiencia que vivimos están impregnadas por emociones, por lo tanto también influyen en nuestros pensamientos y creencias, Por eso es importante tener una buena gestión de nuestras emociones para que nuestro pensamiento sea más ajustado a la realidad y funcione con menos distorsiones.

Para manejar todo el volumen de información que nos llega, el pensamiento toma atajos a través de sesgos o distorsiones que van a influir en nuestras creencias a cerca de nosotros y de la realidad.

Vamos a ver las más comunes.

  • Sesgo de atención selectiva tendencia a atender a la información que se relaciona con cómo nos sentimos. si nos sentimos deprimidos, vamos a prestar más atención a contenidos negativos, si nos sentimos más felices a contenidos alegres. Si compramos un coche vamos a ver ese modelo contínuamente.
  • Sesgo de confirmación, tendencia a fijarnos sólo en los datos o hechos que confirman una creencia previa, De esta forma no tendríamos en cuenta otros datos que podrían hacer variar nuestra antigua creencia.
  • Sesgo de familiaridad, tendencia a sentir preferencia por objetos personas o hechos con los que estamos más familiarizados. Así descartaríamos todos los que no nos resulten familiares sin haberlos valorado o confrontado.
  • Sesgo de proyección, tendemos a sumir que la mayoría de gente piensa como nosotros, aunque no lo hayamos verificado.

Damos por hecho que esta forma de pensar que tenemos es la mejor o la única forma de pensar.

Y lo podemos tener muy interiorizado,lo creernos a pies juntillas y eso nos va a dificultar llegar a poner en tela de juicio en algún momento la forma de pensar que tenemos y por lo tanto las creencias de nosotros y del mundo que nos rodea.

La capacidad de pensar la tenemos todos y el pensamiento es un instrumento que nos ayuda en nuestro conocimiento, pero tenemos que plantearnos el cómo lo utilizamos, porque podemos utilizarlo a nuestro favor o en nuestra contra.