Cuando intentamos definir quiénes somos, tratamos con un campo muy extenso y complejo. Pues nos podemos definir teniendo en cuenta muchos aspectos y todos ellos engloban la totalidad del ser humano.
Somos sentimientos y emociones, pensamientos, aspiraciones e ideales, aptitudes, ya sea en el campo artístico, lógico, movimiento o motricidad, destrezas manuales, auto observación, etc. Y también los rasgos físicos o aspecto externo. Y en cada campo hay diversas variables a tener en cuenta.
A parte también expresamos esos rasgos en nuestras distintas relaciones o roles, como padres, como hijos, como trabajadores, Como amigos, etc.
Por lo tanto no nos podemos definir teniendo en cuenta solo uno de esos aspectos, porque estaríamos reduciendo nuestro ser por ejemplo cuando solo nos identificamos con nuestro físico, estamos solo una parte de nosotros, la parte más externa.
Si queremos ser honestos con nosotros mismos, tenemos que tener en cuenta todos los aspectos que nos definen y ver cuales tenemos más fuertes, para fomentarlos y cuáles tenemos más débiles y que nos interese cambiar.
Tener en cuenta todos nuestros aspectos y conocerlos nos da una idea más aproximada y real de nosotros mismos y lo que es más importante, al conocernos mejor nos podemos aceptar y querernos tal como somos.
El hecho de aceptarnos y estimarnos nos proporciona seguridad, tranquildad interna y bienestar. Y nos hace más felices que es a lo que en definitiva aspiramos.